Basurillas

Citamos el Le Monde Diplomatique en su edición española de mayo de 2008 nº 151. En el artículo de Ignacio Ramonet «Motines del hambre«:
Ya son más de treinta y siete los países en los que la inseguridad alimentaria ha provocado protestas. Las primeras tuvieron lugar en México el año pasado por el aumento exagerado del precio del maíz. También en Myanmar (antigua Birmania) la insurrección de los monjes, en septiembre de 2007, comenzó por manifestaciones de descontento contra la carestía de los alimentos. Y en las últimas semanas hemos asistido a tumultos en diversas ciudades de Egipto, Marruecos, Haití, Filipinas, Indonesia, Pakistán, Bangladés, Malasia y sobre todo de África Occidental (Senegal, Costa de Marfil, Camerún y Burkina Faso).

Son rebeliones de los más pobres y limitadas al ámbito urbano. El campesinado, por el momento, no se ha amotinado, y las clases medias no se han sumado al alboroto. Pero lo harán si los precios de la comida siguen aumentando. Y éstos subirán pues lo paradójico de la situación es que nunca la producción agrícola había sido tan abundante. O sea que la carestía actual no se debe a la penuria, sino a otros factores. Habrá pues nuevos amotinamientos por hambre y durante un largo periodo. Que se traducirán por nuevas oleadas de emigración. Pues la comida representa hasta el 75% de los ingresos de las familias de países pobres, contra un 15% en los países ricos(…)

Más información… »

Richie Sowa decidió dejar la vida en la ciudad y se trasladó a Puerto Aventuras (Mexico). Allí comenzó a recoger botellas vacías de plástico y cuando reunió, nada menos que 250.000, construyó una estructura de bambú y utilizó las botellas para mantenerla a flote. Así, poco a poco, durante 7 años, fue construyendo su propia isla (Spiral Island) que mide 16 por 20 metros y que está continuamente ampliando. Según sus propias palabras, no es exactamente una isla sino “una embarcación ecológica y creadora de espacio”. De hecho, la isla es autosuficiente, está rodeada de plantas (manglares que soportan el agua salada y dan sombra ya que algunos miden 5m y muchos árboles frutales y huerto también), recoge agua de lluvia para las plantas y la ducha, y tiene un retrete compostera y un horno solar.

Más información… »

En el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE) de Argentina se ha llevado a cabo un proyecto de reciclaje para la elaboración de ladrillos y paneles reciclados de plástico o de cáscaras de cacahuetes.

Pincha en la foto para más información

Los envoltorios, botellas de plástico, o las cáscaras de cacahuete se mezclan con cemento siguiendo un proceso de elaboración que no requiere maquinarias caras, no necesita terreno de donde extraer la materia prima ni grandes instalaciones para procesarla. Son ladrillos más baratos, y además, aíslan más y son menos pesados, lo que facilita la autoconstrucción por familias más humildes y sin recursos.

«Los desperdicios que producimos son infinitos -dice el arquitecto Horacio Berretta, que dirigió el proyecto- y la fabricación del ladrillo clásico es un verdadero desastre ecológico, porque se hace con humus que tarda miles de años en formarse y en hornos a cielo abierto, como ocurría en Babilonia. Es decir, que por un lado enterramos la basura y, por el otro, devastamos la tierra fértil. Nosotros proponemos una tecnología que ayuda a paliar ambos problemas, pero además es más económica, muy eficiente desde el punto de vista de la aislación y fácil de fabricar.» Fuente-artículo del periódico argentino La Nación.

Foto: Irma Montiel

En comparación, los ladrillos reciclados ofrecen mayor resistencia al fuego, mayor resistencia mecánica, similar absorción del agua, buen comportamiento a la intemperie, es un mejor aislante acústico y se puede serrar y clavar con facilidad.
Los ladrillos desarrollados por el CEVE acaban de recibir la certificación de fiabilidad técnica de la subsecretaria de Vivienda de Argentina pudiéndose construir en altura hasta dos pisos. Ya hay algunos interesados en el proyecto y planean construir una planta de fabricación.

Techo de placas de maní y casa oficina construida como ejemplo por el propio Berretta.

Se genera empleo, la posibilidad para construir una casa en condiciones más ventajosas para mucha gente, en zonas muy marginales, y una oportunidad de enorme potencial para reducir deshechos tan abundantes y contaminantes, dándoles un nuevo uso.
Les felicitamos por su labor social y ecológica y por esta fantástica idea.

Yolanda nos demuestra que con poco se puede hacer una pequeña compostadora:

La nuestra la hicimos con dos viejos armarios de cocina. Es muy rústica y nada bonita, pero cumple su función, además es doble, cuando llenamos un compartimento, tenemos otro.

Un día recogimos lombrices y las echamos dentro pues oímos que son muy buenas para agilizar la descomposición. También vive dentro un ratoncillo, que listo es el tío, se cuela y no hay manera de taparle la salida así que hemos optado por ponerle nombre y que sea feliz entre el futuro compost.

Nos encanta tu compostadora, es muy basurillas, práctica y sencilla. Además, ¡tenéis un nuevo amigo!
Gracias, Yolanda.

La jardinería o la huerta nos ofrecen muchas opciones para reutilizar. No todos tenemos un patio, jardin o terraza para hacer compost con un compostador grande pero, como bien dice Train, en su blog «podemos recurrir al compostaje urbano por gusanos» y existen compostadores específicos para urbanitas. «No huele mal, al contrario, es como…olor a tierra de bosque» asi que, si teneis plantas o huerto animaos, porque es increible como crecen con el compost, y hay que tener en cuenta que casi la mitad de la basura que generamos son residuos orgánicos. Aqui encontramos una nueva forma de reutilizar y dar un nuevo uso a los palés, a unas cajas de frutas o un bidón de plástico, para hacer un compostador y como hacerlo.